Hay pocos en la vida que a traves de la pluma y un papel (hoy en día teclado y pantalla) han llegado a mi corazón, y hoy siento un profundo sentimiento de conectarme por unos segundos con la pluma y el corazón de Isabel Allende quien de si misma recientemente dijo : "Es muy extraño escribir su propia biografía, porque es tan solo una
lista de fechas, eventos y logros. En realidad, las cosas más
importantes de mi vida pasaron en las cámaras secretas de mi corazón y
no pertenecen en una biografía. Mis logros más significativos no son mis
libros, si no el amor que comparto con unas pocas personas,
especialmente mi familia, y las formas en que he tratado de ayudar a los
demás.
Cuando yo era joven, a menudo me sentía desesperada: ¡tanto dolor en
el mundo y tan poco que yo podía hacer para aliviarlo! Pero ahora,
reflexiono sobre mi vida y me siento satisfecha, porque pocos días han
pasado, sin que por lo menos intente cambiar las cosas."
a medida que uno toma entre sus manos los escritos de esta arquitecta y constructora de la Casa de los espiritus,somos recibidos por el Zorro quien nos lleva a traves de su bosque de pigmeos, en el sendero De amor y de sombra, cruzando el de Afrodita, llegamos al puente, donde Paula nos contaba los Cuentos de Eva Luna, desde allá se visualiza el Reino del dragon de oro. después de un breve descanso y una deliciosa merienda nos embarcamos para entrar al tunel que conduce hacia La isla bajo el mar, ya la Suma de los dias hace que revisemos el Cuaderno de maya para continuar nuestro camino trazado por El plan infinito, con asombro vemos una luz que emana de La ciudad de las bestias, al entrar en ella encontramos el Retrato de Sepia que nos da el acceso final hacia un mundo de fantasía, historia y sensibilidad.
como no sabemos si todo lo vivido era en nuestro cuerpo fisico o espiritual, nos llevamos a preguntar a la Hija de la fortuna si es real, a lo que ella responde:
En El Libro de los Abrazos , Eduardo Galeano tiene un cuento corto que me encanta. Para mí, es una metáfora espléndida de lo que es la escritura:
Antaño, don Verídico sembró casas y gentes en tormo al boliche El
Resorte para que el boliche no se quedara solo. Este sucedido sucedió,
dicen que dicen en el pueblo por él nacido.
Y dicen que dicen que había allí un tesoro, escondido en la casa de un viejito calandraca.
Una vez por mes, el viejito, que estaba en las últimas, se levantaba de la cama y se iba a cobrar la jubilación.
Aprovechando la ausencia, unos ladrones, venidos de Montevideo, le
invadieron la casa. Los ladrones buscaron y rebuscaron el tesoro en cada
recoveco. Lo único que encontraron fue un baúl de madera, tapado de
cobijas, en un rincón del sótano. El tremendo candado que lo defendía
resistió, invicto el ataque de las ganzúas.
Así que se llevaron el baúl. Y cuando por fin consiguieron abrirlo, ya
lejos de allí, descubrieron que el baúl estaba lleno de cartas. Eran las
cartas de amor que el viejito había recibido todo a lo largo de su
larga vida.
Los ladrones iban a quemar las cartas. Se discutió. Finalmente
decidieron devolverlas. Y de a una. Una por semana. Desde entonces, al
mediodía de cada lunes, el viejito se sentaba en la loma.
Allá esperaba que apareciera el cartero en el camino. No bien veía
asomar el caballo, gordo de alforjas, por entre los árboles, el viejito
se echaba a correr. El cartero, que ya sabía, le traía su carta en la
mano.