Sintió el desprendimiento de la piel con el alma, esa sensación infinita de perderlo y ganarlo todo al mismo tiempo, en unos pocos instantes tan fugaces vío lo que una vez fue su cuerpo en medio de escombros cual si fuera una masa cutánea entre cemento y polvo, el muchacho latino.
De repente se encontró en medio de un túnel obscuro cuál si estuviera siendo desplazado por un infinito lúgubre abismo, con la sensación de miedo y falta de aire.
cuando sentía que ese sería su estado final apareció ante él una luz más brillante que sol alguno cual portal de dimensión desconocida por fin hallo sosiego aquellas sensaciones previas con paz sin nombre aparecieron ante él seres deslumbrantes y radiantes con belleza jamás antes vislumbraba, pero la sintió muy familiar a una sonrisa que había quedado grabada en su alma inmortal.
Recobrando el aliento dio un paso queriendo atravesar el umbral de aquel portal. Una voz angelical pregunto cuales son los signos y las señas para pasar por este portal?. El recordó brevemente lo que una vez aprendió los fueron secretos milenarios en ceremonias solemnes que conectaban el alma con la eternidad, entonces los dio y se le dejo dar el primer paso.
Cuando quiso dar el segundo paso otra voz de la misma nota angelical afinada preguntó, cuanto servicio haz hecho a la humanidad lo pesaremos en una balanza servicial. Ante el pasaron todos los hechos de su vida y al final salió que faltaba servicio que prestar, estaba en deuda con la humanidad. Se sintió triste pero a escasos instantes una voz conocida dijo, el creyó en mis palabras "pierdete al servicio de los demás y te hallaras a ti mismo." Con lo cual la balanza cambio a exacto el peso que demandaba para dar este paso.
Dio el tercer paso viendo a través de un cristal puro que ante el cuarto estaba un ser sin descripción posible de realizar que lo esperaba con los brazos abiertos lleno de un amor infinito, llevaba consigo marcas en sus pies y manos. Junto a este ser lo acompañaban lo que parecía ser una multitud de huestes celestiales y familiares de remotas épocas de aquel Boy latino.
Dio el tercer paso y otra voz de la misma sinfonía mediremos tu calidad de amor, apareció ante el su corazón y vio que estaba solo la mitad. El guardián le dijo: no puedes pasar estas incompleto, no hiciste la tarea, no aprendiste a vivir,. El se sorprendio enormemente y dijo cuál es mi otra mitad? El ángel respondió no es bueno que el hombre este solo. Se dio cuenta que se refería al corazón de una mujer que era la mitad que le faltaba. Y respondio no tuve quien me enseñará. Inmediatamente con ceño fruncido el ángel lo miró de cerca y le dijo: eres un necio!!! Te permitimos estar cerca de la mejor instructora, de la más bella de entre todos nosotros, del alma dulce con inteligencia privilegiada. Y que hiciste tu? Necio, arrogante, orgulloso, altivo, no aprendiste nada de ella. Te dedicaste a espantarla a querer enseñarle siendo que ella fue tu guardián instructora, su bondad, compasión y ternura no tienen dimensión que las contengan. Pero tú oh hombre vano y profano, la miraste con los ojos carnales, en vez de admirarla, contemplar su sonrisa, sus actos de sabiduría. No fuiste digno de Ella, no aprendiste su sencillez de vida?.. en que pensabas necio hombre vil y profano?. No aprendiste a volar con las alas de su libertad sin fronteras ni horizontes?. No aprendiste a vivir paso a paso, segundo a segundo tu mortal existencia?. Que privilegio tuviste de estar a lado de ella!!!. Y tu miserable gusano no entendiste nada, fuiste el peor de los ciegos. Sabes tu cuantas solicitudes llegaban a diario de personas esperando tener tal bendición?. Eres ruin y tonto, vago y ligeros son tus pensamientos no llegan a salir de tu egoísmo circunscrito y tardío.
No aprendiste a amar con esa pureza de ella? No hay corazón en ti sino miseria.
Ya te dije al final no puedes pasar tienes un solo camino que te espera, es el sendero del que nadie vuelve y donde no hay paz sino tormento sin fin. Estoy listo para tal fin exclamó el resignado muchacho.
Cuando a lo lejos una voz suave y apacible decía denle una oportunidad nueva, no es que se larefería merezca pero todos tenemos derecho de una, decía la voz; los Ángeles admirados reconocieron tal voz y el guardián de aquel tercer paso dijo. Es ella en su misericordia infinita pide por ti. Vil mortal. Vuelve y esta vez Haz la tarea.
A los pocos instantes sintió una tierna y suave mano conocida en su rostro en medio de los escombros de aquel día, era el ángel instructor del que había oído convertida en aquella mujer que èl adoraba.
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